Pues resulta que uno
de los medios más efectivos para combatir el calor extremo, que parece que ha
venido para quedarse en las épocas estivales, lo teníamos en casa y no necesitaba
de ningún tipo de instalación.
Se trata de la siesta.
No solo es reparadora y tentadora, es que nos aleja de estar expuestos en las
horas de mayor temperatura del día.
Según unas investigaciones de expertos australianos, los aborígenes del norte de Australia, una de las zonas con mayor calor del planeta, consiguen superar mejor que otros habitantes del planeta las tórridas temperaturas gracias a sus siestas ancestrales.
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Por lo tanto, ya
sabéis, no hay que pensar tanto en cómo conseguir frío en plenas olas de calor,
sino en cómo huir de las altas temperaturas y hacer el menor gasto energético,
que también es una forma de refrigerarnos.
Os dejo dos artículos
cortitos pero muy completitos. Después, seguro que alguien dirá que se queda
con la siesta, pero con el aire acondicionado puesto. En fin.
https://www.huffingtonpost.es/sociedad/ciencia-clave-combatir-calor-siesta-espanola-rp.html