Se trata del mamífero más pequeño que existe. Por eso aunque
se come el “coco”, literalmente, no es gran cosa en peso neto, pero muchísimo para
el pobre musgaño (también llamado musaraña).
Llega a utilizar un 30% del tamaño del cerebro como fuente
de reserva de energía en el invierno, cuando escasea la comida. No hibernan, ya
que viven poco, algo más de un año, y se perderían cosas demasiado importantes.
Ya hace casi 80 años que sabemos esta particularidad de este mamífero de poco más de 5 gramos de peso.
Ahora se está investigando el proceso contrario. Es decir,
la fase en la que vuelve a regenerar, de cara al buen tiempo, la parte del
cerebro que antes había perdido. Y los resultados pueden ser de gran valor para
la lucha contra enfermedades neurológicas, como el Alzheimer.
Os dejo este artículo. Seguro que lo vais a disfrutar.
https://www.abc.es/ciencia/mamifero-come-propio-cerebro-capaz-regenerarlo-20240408071500-nt.html
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