LA HISTORIA ORIGINAL
Las witch botlles o botellas de brujas tienen una historia
inquietante desde la Edad Media, en las Islas Británicas.
Consistían en unas botellas (de cristal o cerámica) rellenas
de orina, clavos, alfileres, cabellos, recortes de uñas, objetos punzantes,
fragmentos de tejido en forma de corazón y atravesados por alfileres.
El objetivo era solamente uno, protegerse de brujas y
hechicería varia. Se colocaban en lugares de paso, preferentemente en casa, y
se enterraban para que no pudieran ser vistas.
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Esa práctica no se extendió más allá del siglo XVIII y
siempre en el mundo anglosajón. Quiere esto decir que la práctica llegó también
a Norteamérica.
Y ahora, en pleno siglo XXI, están empezando a aparecer
botellas con un aspecto similar a las botellas de brujas, en Estados Unidos, en
el Golfo de México.
Ahora falta determinar el sentido, el significado y, sobre
todo, el origen de estas misteriosas botellas.