Las adicciones en todo tipo de sustancias y alimentos se producen porque nuestro cerebro contempla gratificante (dopamina) lo que ingiere.
Esa gratificación terminará generando adicción y nos llevará
a tener incluso episodios severos de síndrome de abstinencia.
Por si toda la cuestión química no fuera suficiente, en los supermercados se encargan de dejarnos más a la vista ese tipo de productos, para sucumbir a la tentación.
En el estudio que aquí os paso se establece un paralelismo
en las estrategias químicas de la industria tabaquera y las de la comida
basura. Son muy similares.
Además del cerebro, este tipo de comidas perniciosas tienen
otro elemento débil, el intestino que también, poco a poco, empieza a necesitar
todos esos componentes físicos.
Luego los resultados llegarán en forma de colesterol,
obesidad y otros desarreglos que pueden llegar a ser muy graves.
https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2024/05/comida-ultraprocesada-adictiva-comparacion-tabaco