Los humanos compartimos muchas características con otros seres vivos y no solo con los que tenemos ancestros comunes.
Así, observamos que el
embrión de muchos animales, sean o no del mismo orden y especie, son casi
idénticos.
El genoma de una cebolla tiene muchísimas coincidencias con el nuestros. Luego comprendemos por qué la estructura de nuestra piel y sus diferentes capas es un calco de cómo se desarrollan las capas de una cebolla.
También tenemos mucho
parecido con los ratones. Por eso se convierten en protagonistas principales en
numerosos ensayos de laboratorio. Tienen un sistema inmune bastante similar al de
los humanos. Y un añadido importante, son fáciles y económicos de mantener.
Ahora, un estudio de
la Universidad Johns Hopkins ha sacado a la luz un detalle muy importante. En
bastantes reacciones ante diferentes experimentos, los ratones dan respuestas
falsas, sabiendo que lo son, con intenciones estratégicas, muchas veces
relacionadas con las recompensas.
Aquí os dejo el
artículo que lo explica a la perfección. Disfrutadlo.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2024/04/26/662a636f21efa034078b45a1.html