DECISIONES RÁPIDAS Y
EFECTIVAS
La inteligencia artificial nos gana a los humanos en
efectividad a la hora de la toma de decisiones. Es más rápida y puede elaborar,
soluciones (algoritmos) con eficacia y rotundidad.
Y claro, este modelo digital no solo se puede aplicar en desarrollos
privados, también en el ámbito público. De hecho ya se hace así en regulaciones
de tráfico o al diseñar planes de emergencia sanitaria.
Poco a poco son más las áreas que cuentan con herramientas
de inteligencia artificial que ayudan al funcionamiento de un país. Aunque las
decisiones meramente políticas o jurídicas todavía parecen un campo vedado para
las máquinas inteligentes. Pero no sabemos durante cuánto tiempo.
Aquí os dejo un par de artículos interesantes sobre estos
aspectos, donde se aborda uno de los inconvenientes principales, el factor
ético.
https://amalialopezacera.com/el-impacto-de-la-inteligencia-artificial-en-la-administracion-publica/
Y si en el presente son ya muchos los puestos de trabajo que
van siendo sustituidos por robots o programas de inteligencia artificial, no
hay que descartar que ese panorama llegue a los trabajadores de la función
pública.
Aquí os dejo un interesantísimo artículo sobre los planes de
digitalización de tareas de la Unión Europea, y cómo podría afectar a nuestro
país.
https://www.larazon.es/economia/20220507/qeflgk3rrbgjhnbqyvn6g3xtgi.html
SIN PREJUICIOS Y
EMOCIONES
Si hablamos de la función pública también podemos hacerlo
sobre los dirigentes, a cualquier escala. Ellos, no solamente se apoyan en
estas herramientas cibernéticas, sino que también tienen sobre su futuro la
sombra de poder ser sustituidos por un robot más resoluto y menos influenciado
por razones intangibles.
Os paso un reportaje de una conferencia sobre el tema, de hace
unos meses, que se desarrolló en una de las sedes de la ONU.