24/08/2024

CUARTA SEMANA DE AGOSTO

 


EL RELATO DE AGOSTO. TRINITORUM 5.

 

PEPE EL CARTERISTA                                                                                    JUANA DOMÍNGUEZ

Había encontrado el negocio de mi vida. Preparé el trabajo con ilusión, calculando todos los pormenores con mimo, pero esta mañana he tenido que improvisar y salir con lo que había en la caja, la dueña del hotel ha montado un pollo impresionante, y  sin más he decidido acabar con el proyecto. Tres semanas escasas que han hecho de mí el hombre más ilusionado y rico que conozco.

Nadie me creería mirando mi aspecto. Ya sé que parezco un vagabundo que no tiene donde caerse muerto. Es un disfraz perfecto, nadie va a venir a revolver en mis cosas. En cuanto llegue mi barco me voy a Australia a poner el negocio que siempre he deseado, es el momento de cambiar de vida.

Que payaso el tal Miguel ¡tres millones de herencia! Para haberse dado la gran vida y me los enseña para tirarse el farol conmigo.

Miguel, es hermano de la dueña del hotel y su mano derecha, los dos son de mi barrio, pero los conocí el día que presente mi currículum para botones del hotel Trinitorum, un caserón con buena pinta, situado en la orilla de un lago finlandés, rodeado de bosque, será un hotel de lujo cuando terminen las obras. Yo necesitaba trabajo, engordé el currículum todo lo posible: 5 idiomas, 15 años en el hotel Palace de Madrid, donde me relacionaba con medio Congreso. Esto es verdad, a más de uno le dejé sin reloj o cartera. Hasta el Rey, después tuve que salir por pies, la Casa Real puso un anuncio, querían conocerme por lo hábil que había sido, al sacarle el reloj de la muñeca izquierda, pero no llegue nunca a presentarme. Emigré primero a Portugal y desde allí por distintos países hasta llegar a este frío y poco sociable país donde había encontrado un lugar seguro donde esconderme.

Miguel, un chulo mariquita, quiso seducirme y llevarme a su terreno, con una excusa tonta me llevo a su habitación y allí desplegó todas sus artes, que si no vas a tener problemas de dinero, que si bebida y comida gourmet, una librea de lujo para trabajar en la recepción. Eso sí, solo de modelo, no tenía qué llevar maletas, ni ninguna otra cosa a los huéspedes, ya contrataría él a otro, y las noches dedicárselas a él sólo.

Sí, sí, me conviene el puesto disimulé’,  ya tenía bastante el cretino con ser tan egocéntrico, presumiendo de mundo, y de hacer todo bien. Un gilipollas de tomo y lomo. Pero la caja fuerte de su habitación me tentó tanto que estaba dispuesto a darle por culo la noche entera si hacía falta.

Y aquí estoy, en el Puerto de Helsinki, con un millón de euros en la mochila, esperando un barco hasta San Petersburgo y luego mi destino final, Sídney. Allí olvidaré toda mi vida pasada, las penurias por medio mundo, las peleas con los chicos del poblado, donde no tuve más remedio que sobrevivir. Pepe el artista, me llamaban. No encontré las buenas personas que hay en Orcasitas, solo los malditos de la droga y los ladrones, que me enseñaron el oficio de carterista.

Australia, el país de las oportunidades, me hará un hombre de bien y provecho. Prometo contarlo.