La evolución es constante. Cuando parecía
que llegaba un método de pago muy estable, muy duradero, para siempre, las
tarjetas, resulta que la tecnología lo va ir desplazando poquito a poco a un
lugar muy secundario.
Ya somos muchos los que hacemos bizum, y no tantos los que pagan directamente con el móvil o con el reloj inteligente. Pues por ahí van los derroteros de pagos.
Y encima a la puerta están otros métodos más
revolucionarios y que despiertan resquemores, como todos los inventos, por
falta de seguridad: iris, huellas, rostro…Eso sí que es obtener algo por la
cara.
El tema de las criptomonedas no parece que
se esté afianzando, y tampoco es un método de pago, sino un nuevo concepto de
moneda.
En el artículo que os dejo a continuación
hay una encuesta hecha a ciudadanos españoles sobre sus hábitos de pago y cómo
ven el futuro en este tema.
CONCURSO
Hoy es fácil. Os pregunto por un medio de pago, de ficción, que a mí me encanta. Os doy solo una pista: Can´t stop the felling.
No digo más. Me tenéis que decir qué medio de pago (no real) me estoy refiriendo.