12/03/2024

LAS CHICAS DEL CALUTRÓN

 

NO ERA UN TRABAJO CUALQUIERA

Estos días, gracias a Hollywood, se vuelve a oír hablar mucho de la Little Boy y Fat Man, las dos bombas atómicas que lanzó EEUU sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Hacer una bomba de esas dimensiones, y en aquellos momentos, requerían de una amplia mano de obra. En concreto, para Little Boy, la bomba de uranio, necesitaron el trabajo de 10.000 mujeres que manipulaban un aparato llamado Calutrón. Esa máquina se ocupaba de fabricar los isótopos de uranio que se usarían posteriormente en la bomba atómica.

Esas mujeres hacían un trabajo delicado, de precisión, silencioso y sigiloso. Ninguna de ellas era informada de la finalidad del trabajo que estaban haciendo y si alguna era especialmente curiosa le costaba su bien remunerado empleo.

 


MEJOR MUJERES

Se prefirió a mujeres en este empleo porque vieron que su trabajo era más efectivo que el de científicos cualificados que se quedaban demasiado absortos en el trabajo tecnológico que tenían entre manos.

Se decidieron a contratar a mujeres jóvenes, para realizar un trabajo sofisticado (por la maquinaria utilizada), pero no tan complejo en la realización de las operarias. Atención y detalle, nada más. Bueno, sí, y lo dicho anteriormente, silencio, mucho silencio.

 

LA CONCIENCIA

Cuando la bomba cayó sobre Hiroshima, las jóvenes fueron debidamente informadas de cuál fue su aportación.

Muchas se sintieron responsables de una gran matanza, otras pensaban que colaboraron como heroínas a un final de la guerra “necesario”.

 

https://www.bbc.com/mundo/articles/c4nvj0njy07o