Combatir las consecuencias del cambio climático global se
traduce en elevadas cantidades de millones, que es casi imposible de encarar para
los países más pobres, que son, a su vez, los más expuestos.
Pero hay tener en cuenta todas las inversiones, altísimas,
que se necesitan para poder evitar o mitigar ese efecto invernadero que nos
ahoga: nuevas energías verdes, nuevas formas de consumo y producción, buscar
desarrollo sostenible…
Y claro, ese es el punto más conflictivo en las conferencias del clima y en las convecciones de la ONU. ¿Quién pone ese dinero? Y más interrogantes: cómo, cuándo, a cambio de qué…
Los países en vía de desarrollo, los que aspiran a ser nuevos
ricos, son los que lo tienen más difícil. Saben que mantener su ritmo de
crecimiento y luchar en pos de un
planeta más limpio y habitable no es posible si no tienen inyecciones
económicas a cambio.
Un problema, el económico, de difícil solución sin
perdedores. Pero es lo que nos queda, esperar milagros que posiblemente jamás
se produzcan. Si leéis este artículo que aquí os dejo no os quedaréis mejor,
pero estaréis más informados.
Que el cambio climático, es un hecho y una lucha en la que el mundo entero no avanza, si no más bien al contrario y por lo tanto un problema que aumenta y nos ahoga. El dinero, ese falso caballero que se pasea NO siempre por donde debe, podría ser la clave. Pero hay que tocar un teclado que por lo visto nadie saber interpretar. ¡ Quien corresponda nos asista¡ Gracias blog.
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