Su vocación y su vida eran las alturas. Este militar nacido a finales del siglo XIX tampoco pudo ser profeta en su tierra y nuestra Guerra Civil le hizo abandonar el país. Un monárquico que se mantuvo fiel al juramento con el gobierno de la República y prefirió marchar fuera de nuestro país. Eso condenó para siempre cualquier reconocimiento por parte de la dictadura.
Su traje espacial, el primero que se llegó a
fabricar, fue el punto de partida para los trajes de la NASA y así se lo
reconocieron.
El artículo os resultará muy ilustrativo, pero como ya os he dicho en otras ocasiones, es posible que terminéis de “mala leche”. Y para mejor sabor de boca podéis echar mano de esa serie fantástica, El Ministerio del tiempo, donde le dedicaron un capítulo, el 40, El tiempo vuela.
Es curioso ver lo aparatosos que son los primeros inventos en comparación con los que derivan de ellos. Pero en ellos está el germen de la idea genial.
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