Todos los casos sin resolver son atrayentes, pero este que os paso hoy tiene además ingredientes añadidos que también alimentan el misterio de lo inexplicable.
Ya hace más de 65 años que se produjo un fatal accidente en
los Montes Urales a un grupo de expertos montañeros universitarios de la Unión
Soviética.
Las duras condiciones climatológicas quizás fueron quizás el
desencadenante de la muerte de todos los expedicionarios. Pero no se ha podido
especificar los motivos de su muerte.
Los cadáveres de los jóvenes universitarios aparecieron lejos de su campamento base, en ropa interior y algunos con fuertes heridas.
En 2019 se reabrió el caso en búsqueda de nuevas
explicaciones, pero ninguna fue concluyente. Teóricamente murieron por culpa de
una avalancha de nieve.
Así siguen abiertas otras oscuras ventanas que alimentan al
mundo del cine y la literatura: el yeti, experimentos militares, ataques
extraterrestres…
En el artículo encontraréis la historia completa. El tema es
inquietante, pero para estas temperaturas al menos sentiréis fresquito.
SOLUCIÓN AL CONCURSO
He estado esperando hasta ultimísima hora, en concreto hasta las 10:52, confinando que alguien pudiera dar la solución al concurso quincenal. Ha habido respuestas ingeniosas y hasta cierto punto ciertas, pero no la pedida. El verano no es propicio para resolver concursos.
La respuesta era el GINKGO, un árbol que se estima está en este planeta desde hace 270 millones de años y apenas ha necesitado evolucionar para seguir con nosotros, así, tal cual. Por eso lo llaman fósil viviente.
Es un árbol más frecuente en diferentes zonas de Asia. En Madrid tenemos varios ejemplares. Destaca uno en el Parque del Oeste y alguno más en el Botánico, claro.
Echad un vistazo a sus propiedades mecidinales y al cuidado que debes poner si plantas uno en el jardían, ya que, dependiendo de si es macho o hembra, dará unos frutos malolientes muy desagradables. Que Google os ilumine.
Madre mía qué flojos estamos 🙄
ResponderEliminarPues si que es un ser vivo, y cotidiano. Como tu dices el verano que no nos deja ver el bosque.
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