NUBLADOS PERSONAJES MARÍA ISABEL RUANO
Dedicada a esos
personajes nacidos de la imaginación que ensayan vidas diferentes,
entremezclados con la tinta, el folio o el ordenador.
Si pudiera, os daría un amuleto para la suerte
para aniquilar la probeta de ensayo que os conduce
siempre al error.
Diseñaría con estampados de colores vestidos nuevos
que atrajeran la fortuna, la mirada de la buena gente
que os alejara de los peligros, la droga, la
consternación.
Os regalaría un abanico de posibilidades para dar aire
nuevo
a la redención en vuestros caminos.
Haría sahumerios, recitaría letanías, a mi manera
rezaría al cielo, para vuestra protección, la más sincera
plegaria.
Aunque seáis fruto de la creación, me apena que
vuestro sino sea de dolor, traición y mentira.
Me entristece ese calco de identidad que enmudece la
mirada
al sentir la miseria, que por mucho que se ignore,
está a nuestro lado, en las calles y portales,
en los pueblos y en los barrios, en la seca arena de la
ilusión.
Confundo vuestros nombres, se mezclan en recuerdos,
con rostros indefinidos, desconocidos gestos, carne
frágil,
débil personalidad, solitarios destinos, muertes
prematuras,
falsos currículos, truncadas promesas, desolación.
No puedo luchar contra la genética, el azar ni las
circunstancias,
ni contra las personas o los avatares del dolor,
las raíces o el destino equivocado.
Ni contra los hilos de la trama que como a marionetas
indefensas y a capricho del autor fueron bordando la
destrucción.
Sólo puedo dedicaros un triste tiempo de tinta y papel,
un lejano abrazo de compasión. Redimir vuestro nombre,
dejar constancia de la fe que dicta estos versos,
la confianza de que, allá en donde estéis,
ordenador, archivo, folio, papelera o inconsciente
encontréis alivio, cariño y la paz que esta vida,
virtual o escrita, real o fingida, os negó.
María Isabel, tu mirada azul y tu vocación docente traslucen este hermoso poema cargado de hermosas metáforas con intenciones redentoras. También los personajes de borrón de tinta son dignos de tener una defensora tan entregada.
ResponderEliminarBuena tarea, la de redimir a tanto mentiroso, buscavidas, con estas poéticas buenas intenciones. Al fin y al cabo hablamos de humanos, con más sombras que luces en muchos casos, pero humanos.
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