Se trata uno de los muchos edificios que se han convertido
en estigma de lo enigmático en nuestro país.
Es curioso que se instalara un edificio de la Marina en el
lugar casi más lejano posible del mar en España. Pero había una causa que lo
justificaba. La sierra de Madrid parecía el enclave más beneficioso para tratar
a enfermos de tuberculosis, en este caso, relacionados con el instituto armado.
El problema es que nada más inaugurarse, a finales de los
40, ya empezó a quedarse inservible, por arte y gracia de los antibióticos, que
fueron acabando poco a poco con esta terrible enfermedad.
No se supo o no se pudo dar un uso conveniente y rentable a las instalaciones después y finalmente, a principios de este siglo, el hospital fue clausurado. Y es ahí donde empiezan a surgir miles de historias al albur del abandono, la lejanía, la oscuridad, la muerte…
Aquí os dejo dos documentos muy interesantes. El primero un
audio de un programa de RNE, donde nos muestra la cara más humana de la
edificación.
En el segundo podréis ver el uso grafitero y tétrico del que
se ha ido envolviendo este hospital abandonado.
En alguna ocasión y siempre alrededor del edificio he estado allí. Nunca he entrado y después de ver su interior, creo que mi interés en verlo por dentro ha decrecido. A pesar de ser muy, muy curiosa. Pero la explicación de su origen, que conocía someramente, ha merecido la pena. Sabía que era un hospital para tuberculosos. No especialmente creado para la marina. Una vez más gracias blog.
ResponderEliminar