Desde hace tiempo sabemos que el uso que estamos dando al papel nos limita en recursos, además que provoca un grave deterioro en la naturaleza.
Hemos sustituido papeles de todos los días por informaciones digitales, que presentan, aunque no lo parezca, otros tipos de problemas ambientales).
Pero el papel que nos tiene atados a su rollo, es el papel
higiénico. Ese que parece un barómetro despiadado y alocado de la carestía. Funciona
a veces como una alarma de que está sucediendo algo. Recordad el acopio de
papel higiénico durante los primeros días de la pandemia. Nunca supimos demasiado
bien por qué.
Ahora se buscan alternativas saludables y asequibles al
papel del váter. De África nos llega una idea que algunos dicen que se ha usado
desde siempre: hojas de boldo.
Aquí os dejo un reportaje y un vídeo que puede que nos hagan
cambiar la decoración de los tiestos de nuestro hogar. A ver.
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