27/07/2024

EL RELATO DE JULIO. CRISTORIAS 5

 

CARETAS FUERA                                                               MANUEL GIL

¡Llegó! Mira que lo he temido. Siempre ha estado sobre mi cabeza, como la espada de ese Damocles, que no se ni quien era, un griego creo, pero es que la evidencia es tan difícil de soslayar.  ¡Malditas leyes de Mendel! ¡Malditos genes! chivatos de mierda.

Me duele por Laura. Yo la quiero, hemos compartido tantas cosas. Sí, tal vez digáis que más de las convenientes. Pero es que la vida es injusta y a veces por pequeños detalles…

Mucha gente se pregunta como pude estar 27 años casada con Eduardo, y yo hoy quiero ser sincera. Siempre he querido salirme con la mía. He sido una mujer inconformista y he buscado los medios para lograr las cosas.

Yo no estaba enamorada de Eduardo. No puedo decir que fuera mal tío, pero anodino y previsible como él solo. No tiene chispa, ni carisma, parece que todo lo tuviera trazado en una libreta tan gris como él.

Recuerdo la luna de miel en Mallorca. La primera noche fuimos a una barbacoa espectáculo, con una puesta en escena de dudoso gusto, digo lo del dudoso gusto, si no eras un hortera, que si lo eras, podías disfrutar desde tunos, hasta unos  mariachis que como broche final nos regalaron un sombrero charro, una cosa entre papel y falso fieltro, horroroso. Una vez en el hotel mi intrépido marido, tuvo una idea imaginativa, que consistía en salir del baño vestido únicamente con el sombrero, que debía colgar, para asombro mío, de la enhiesta percha de su miembro, que para decir verdad, tampoco es como para echar cohetes, pero desdichadamente para él, no se si por la ingesta de alcohol, o por la razón que fuera, la percha no tuvo el suficiente vigor para soportar el horroroso sombrero. Avergonzado por tal circunstancia, acabó tropezando con una silla, cayéndose y haciéndose un bonito cardenal, para acto seguido dormirse como un bendito, eso sí, acompañado por unos melódicos ronquidos, a los pocos minutos.

Esto es solo un ejemplo, cosas parecidas o incluso en muchos casos, nada, habría para contar de otros muchos viajes. Torremolinos, Murcia, Lourdes, que siempre era una opción influenciado por su devota madre.

Yo moría por Oscar, tenía todo aquello de lo que carecía Eduardo, sexi, guapo, y todo hay que decirlo, un puntito canalla. Era su socio y su mejor amigo, pero cuando le conocí, yo había empezado ya a salir con Eduardo y él tenía fecha para su boda con Laura. En su código de conducta entraba el seducirme, como a cualquier mujer que se le pusiera a tiro y lo hizo, y le dejé hacer. Me enganché mucho, mucho más de lo prudente. Las primeras veces en una habitación de hotel, champán, buena ambientación y recuerdo que hicimos el amor en cuantas posiciones, nos aguantó el físico y el indómito deseo. Me entusiasmó la parte suave que practicamos al ritmo de unas melancólicas mornas de Cesaría Evora, él sentía pasión por Cabo Verde. Ya contaré que cuando Eduardo tuvo apendicitis y pude esquivar las vacaciones de Fuengirola, elegí Cabo Verde, que también tiene lo suyo.

Lo cierto es que me casé con Eduardo porque así podría estar cerca de Oscar, que nunca hubiera renunciado a su boda con Laura. Con esa boda conseguía una posición económica aceptable, y aunque a veces me irritaba lo petardo que podía llegar a ser, mi vida era cómoda y tenía su punto de emoción con las aventuras a veces con cierto riesgo que propiciaban mi relación con Oscar.

Han pasado los años. Oscar que es un redomado egoísta se fue alejando para merodear por otros lares. Soporté con cínico estoicismo, las lágrimas que Laura vertió sobre mis hombros cuando me contaba las infidelidades de las que ella tenía conciencia y de las que sospechaba.

Los gemelos se han hecho mayores y hacen su vida. Oscar y Laura se fueron a Estados Unidos, él liquidó su sociedad con Eduardo y aprovechó una oportunidad de negocio con un amigo que conoció en un club de tenis y que tiene una mujer mucho más joven y guapa.

Yo he conseguido el divorcio y tengo cantidad de proyectos en mente. He tenido experiencias a veces un tanto extravagantes. Tiempo habrá de hablar de todo ello, no tengáis duda.

Hacía años, que no veía a Laura ni a Oscar y recibí una notificación de ella. Estaba tramitando su divorcio y se venía unos días a España. Me hablaba de las ganas que tenía de verme y de que nos pusiéramos al día sobre nuestras vidas.

Y ese día ha sido hoy. El reencuentro, en mi casa, fue emocionante, reímos, lloramos y afloró el mutuo cariño entre nosotras. Quizás yo, por la costumbre y por el ir viéndolos día a día, porque mis gemelos no se fueron de casa, no había percibido eso. Pero en un momento dado Laura se fijó en una foto reciente de los muchachos y su rostro cambió bruscamente de expresión. Enmarcados en plata sobre el mueble del escritorio había dos réplicas exactas del rostro de Oscar, era tan evidente, que me faltaron las palabras. Terminamos la conversación, que cambió el tono, como si de repente no tuviéramos más que decir y nos despedimos entre confusas y nerviosas.


 

3 comentarios:

  1. Manuel nos relata una parte de la vida de Cristina, todo un personaje, engaño sin culpa a su mejor amiga. Y lo único de lo que se arrepiente, es de haber vivido 27 años con su marido que aunque sin chispa ni carisma, la lleva todos los veranos de vacaciones. Bien contado Manuel.

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  2. Muchos años aguantó Cristina a Eduardo, claro que, según nos detalla Manuel, en los escarceos con Oscar se lo pasaba pipa y la vida sexual la tenia cubierta. Y es que Eduardo era un desastre, para una vez que se le ocurre hacer una gracia con el sombrero, la percha humana le falla. En este relato, Manuel, define muy bien a los personajes y resuelve muy bien su parcela de la trama general.

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  3. Con un toque de realismo o perversidad, a través del relato de Manuel y en primera persona, Cristina muestra sin tapujos los secretos que han alegrado su vida. Me cuestiono si saldrá impune de todo ello o conforme la filosofía del karma, la vida le pagará con la misma moneda.
    De cualquier manera se trata de un relato muy original e innovador que nos ayuda a conocer a la protagonista de esta historia.

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